El cementerio de las ideas rechazadas

Felices navidades ¿con retraso?

Ideas rechazadas

Tarjeta de navidad

Sobre 11,6 x 16,2 cm con tarjeta de felicitación impresa a 4+o sobre verjurado conqueror de 300gm2

Una tarjeta de navidad detenida en el tiempo

Corría el año 2016. Hacia mediados de octubre, nuestro cliente nos pidió que preparásemos una felicitación de navidad que fuese «creativa, algo diferente». Lo hicimos. Le presentamos nuestra propuesta y, entonces, vio claro que lo que necesitaba era una felicitación «algo más normal».

Esta es otra de las propuestas que descansan en paz en nuestro cementerio de las ideas rechazadas. Pretendíamos felicitar el año 2017 con un texto a cuerpo 180 puntos que, más que decir, gritaba: Feliz 2015.

En nuestra cabeza, la idea estaba clara: el cliente era una clínica de medicina estética avanzada que tenía en marcha, en paralelo, una campaña muy fuerte de rejuvenecimiento facial.  Si se habían especializado en rejuvenecer a sus clientes, ¿qué de malo había en felicitarles el año… con un par de añitos menos?

Así que nos pusimos manos a la obra:

«Desde Ethia queremos desearte un Feliz 2015. Bueno, vale. Sí, sabemos que vamos a entrar en 2017 pero… ¿no te parece fantástico poder quitarse de encima un par de añitos? A nosotros sí. Y eso es lo que queremos seguir haciendo a lo largo del nuevo año: aconsejarte y acompañarte en cuestiones de medicina estética avanzada. ¿Hablamos?»

Allí donde a nosotros nos parecía que había una excelente oportunidad de refuerzo para la campaña que estaba en marcha, nuestro cliente, con buen criterio una vez más, pensó que no quería correr el riesgo de que algún destinatario no leyese la letra pequeña y pensase que se había puesto en manos de una empresa que no sabía ni en qué día vivía.

Y así es como aprendmos a tener una nirada mucho más pragmática y fiarlo tode un poco menos a la creatividad. Porque cuando quieres felicitar la navidad, igual es importante no olvidar simlemente eso, que se trata solo de felicitar la navidad, y que la acción está muy por encima del propio mensaje.

Aún así, cuando miramos por el retrovisor, nos acordamos de esta propuesta frustrada y no podemos evitar una sonrisa al pensar qué hubiese pasado por la cabeza de los clientes, cuando sacaban del sobre la tarjeta y hacían una lectura fugaz sobre esa felicitación… de hacía un par de años.

Ver casos de estudio

Felicitación de navidad

¿Quieres ver más descalabros?

Puedes visitar nuestro cementerio de ideas rechazadas.

Pin It on Pinterest

Share This