por Amaia Cavero | Jun 15, 2015 | Redes Sociales, Video Marketing
En los últimos días no he parado de oír la palabra ‘Periscope’ por todos los lados y es que, cuando parecía que ya estaba todo inventado en lo que a redes sociales y aplicaciones se refiere aparece esta nueva app para Twitter, que se está posicionando como una nueva estrategia de marketing y está haciendo perder la cabeza a algunas marcas.
Periscope, permite emitir en streaming videos a aquellos usuarios que están conectados a la aplicación o a través de una invitación que el usuario envía a aquellos con los que quiere compartir lo que está haciendo.
La aplicación lleva ya dos meses en funcionamiento (para IOS) y acaba de ser lanzada, hace unos días, para Android. Su éxito es ya una realidad, con millones de usuarios unidos a la plataforma. Algunos de estos usuarios son empresas y marcas conocidas que han encontrado en Periscope una forma de estrechar lazos con sus consumidores y ofrecer un punto de vista más cercano y transparente de sus procesos internos.
Uno de los casos más sonados ha sido el de Telepizza, que hace unos días utilizaba la aplicación para mostrar en directo cómo se realizaba una pizza. A través de una llamada en Twitter, animaron a todos sus seguidores a seguir en directo el paso a paso del pedido y todos aquellos usuarios que se unieron, pudieron vivir en tiempo real el proceso completo, desde el momento que se comenzó a elaborar la pizza hasta que el repartidor la entregó en el destino.
Viendo la revolución y el éxito de las últimas semanas parece ser que el caso de Telepizza no será un hecho aislado y que tenemos por delante una buena cantidad de videos por ver, a medida que otras compañías se vayan uniendo a la moda.
Sobre el papel, todo parece muy bonito y es cierto que, bien utilizada, la app de Periscope ofrece un sin fin de ventajas, pero no debemos olvidar que un mal uso o un error al publicar un vídeo no deseado, podría causar estragos en la imagen de marca de una empresa. ¿Quién será la primera en caer? Hagan sus apuestas.
por alberto | Jun 12, 2013 | Marketing, Otras
La App Store tiene la capacidad de convertirse en una interesantísima herramienta de marketing, tanto como refuerzo a la imagen de marca, como catálogo de productos y servicios, propiamente dicho, función especialmente interesante en empresas que desarrollan su actividad en el campo internacional.
Sin embargo, el sistema de validación de las apps por parte de Apple, hace que estas deban ser enfocadas de manera creativa para que resulten de alguna utilidad para los usuarios de IOS, y no como un simple soporte publicitario. Por ello no es extraño una aplicación desarrollada por un fabricante de poleas industriales contenga una tabla de conversiones, un distribuidor de herramientas eléctricas ofrezca un nivel digital totalmente funcional en su catálogo o que un fabricante de ropa de surf incluya unas tablas de mareas -junto a su colección de primavera- en la suya.
Una de las ventajas que aporta el sistema de apps como herramienta de marketing es que permite ofrecer al potencial cliente un catálogo de productos y servicios, que le acompaña y que se puede actualizar de manera continua, evitando así que se quede obsoleto. Pero hasta la fecha, existía un pequeño problema: era el usuario, en ultima instancia, el que aceptaba o no la actualización, y lo hacía siempre en función a la utilidad que para él tuviese la aplicación. Evidentemente, era necesario devanarse los sesos para encontrar un aplicativo, atractivo, para que el potencial cliente quisiera mantener siempre actualizada la aplicación, y no se limitase a «transpagearla» (perdón por la libre adaptación del verbo transpapelar) entre las múltiples pantallas de su dispositivo.
Sin embargo, a partir del IOS 7 parece ser que el sistema de actualizaciones va a ser automático, como por otro lado resulta lógico. La posibilidad de mantener un catálogo permanentemente actualizado en el dispositivo móvil del cliente implica un importante ahorro de costes para la empresa, así como una importante ventaja competitiva y una herramienta de apoyo a la construcción de su imagen de marca indiscutible.
Aún así, habrá que seguir buscando ideas geniales para ofrecer aplicaciones útiles junto a nuestro catálogo de productos, ya que aunque nuestra app se actualice automáticamente, para nada sirve si se pierde entre la pléyade de iconos inútiles que cohabitan en nuestros terminales. Todo un apasionante reto para un departamento de Marketing.