Cuestión de confianza
Son muchas las preguntas a las que se enfrenta un departamento de marketing a la hora de establecer la sintonía fina de un producto.
Y es lógico que salten muchas dudas al ruedo, ante lo complejo de un mercado tan complejo como en el que se desarrollan, día a día, las batallas por el cliente. ¿Es el precio más bajo que puedo establecer, para ser competitivo y seguir siendo rentable? ¿Hasta qué punto influirá en la percepción de calidad, por parte de mi público objetivo, dicha política de precios? ¿Tiene mi producto las cualidades y las funcionalidades que demanda el mercado? ¿He escogido bien el mix de comunicación para poder llegar hasta mi target? ¿Estoy haciendo bien mi trabajo en redes sociales? ¿Es correcto el flujo de información que entrega mi website? ¿Es suficientemente atractivo? ¿Ofrezco más que mi competencia? ¿Por el mismo dinero?
Podríamos llenar un gigabite de disco con preguntas como éstas, y eso es hacer muchas preguntas. Pero la pregunta más importante que debemos hacernos desde un departamento de marketing sería: ¿Confía mi público objetivo suficientemente en mí, como para creerse todas mis promesas? SI la respuesta no es un rotundo sí, el resto de los interrogantes pierden su importancia.
SI tienes un producto o servicio competitivo, adecuado y honesto, pero no el suficiente nivel de ventas, analiza detenidamente la confianza con la que tu público te percibe. Primero preocúpate por ganar esa confianza. Y preocúpate mucho. La sintonía fina vendrá después.