Llueven ríos de tinta que dibujan charcos con el rosetón entrelazado del logotipo de la última gran adquisición de Microsoft: ChatGPT, la herramienta que optimiza modelos de lenguaje artificial orientados al diálogo. ChatGPT utiliza un sistema de conversación que responde preguntas y repreguntas, admite sus errores y aprende de los mismos. Dentro de sus limitaciones, cabe destacar que ChatGPT ofrece en ocasiones respuestas que suenan plausibles, pero que son carentes de todo rigor. Es por ello que la herramienta se encuentra abierta al público en general, con acceso gratuito -por el momento-, para continuar con su modelo de aprendizaje. Sinceramente, los resultados son impresionantes y bastante esperanzadores, pero: ¿cómo va a afectar, en realidad, esta inteligencia artificial al marketing de contenidos?
La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que está revolucionando muchos aspectos de la sociedad y el marketing no es una excepción. En la actualidad, existen herramientas de IA que permiten generar artículos de forma automatizada, lo que puede ser una gran ventaja para las empresas que buscan ahorrar tiempo y recursos en su estrategia de contenidos, pero también es importante tener en cuenta que la calidad de estos textos generados por inteligencia artificial puede ser variable y no siempre cumplir con las expectativas del público objetivo. Por esta razón, es importante que las empresas utilicen esta tecnología con prudencia y combinen sus resultados con la creatividad y la experiencia de los profesionales del marketing.
Una clara tendencia a sobreposicionar
Además, la inteligencia artificial también puede ser utilizada para mejorar el posicionamiento en los motores de búsqueda y para optimizar el rendimiento de las campañas publicitarias en línea. Sin embargo, es importante destacar que los buscadores siempre intentan ofrecer resultados de calidad a sus usuarios y penalizan las estrategias que consideran engañosas o inapropiadas. Los «robots» de los buscadores buscan que el usuario esté en el centro, pero: ¿redacta la IA los textos teniendo al usuario siempre presente? Casi que no. Intenta optimizar los textos para el SEO, pero su tendencia sobreposicionar puede ser el punto de partida para distinguir entre los contenidos generados de manera automatizada y las creaciones que tienen a un humano detrás. En la actualidad, se están desarrollando en paralelo sistemas de software que analizan patrones de comportamiento verbal, que faciliten la distinción entre los contenidos generados por máquinas y los creados por humanos. Es probable que los motores de búsqueda acaben implementando este tipo de soluciones, y más Google, que ve cómo Bing puede poner en peligro su liderazgo en el sector de la búsqueda de contenidos, ya que su propia propuesta de IA, «Bard», se está enfrentando a los, por otra parte lógicos, problemas de juventud.
Aún y con estas, el uso de la inteligencia artificial en la generación de contenidos para Internet puede llegar a ofrecer una gran ventaja para las empresas, pero es importante utilizarla de forma responsable y combinar sus resultados con la experiencia y la creatividad de los profesionales del marketing. De esta forma, se puede lograr un equilibrio entre eficiencia y calidad en la estrategia de contenidos. Y ya que, casualidad, hablamos de contenidos, no te olvides de que desde Carvajal&Portell podemos echarte un cable con los mismos. 🙂
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