La UXPA (User Experience Professionals Association), define a la experiencia de usuario de esta forma: “Cada aspecto de la interacción del usuario con un producto, servicio o empresa conforman las percepciones del usuario”. Tomando como base este principio, podríamos estar de acuerdo en que la experiencia de usuario (UX) se refiere a cómo una persona se siente al interactuar con un producto, servicio o sistema. El objetivo de una buena estrategia UX es crear un entorno que sea fácil de usar, eficiente, atractivo y satisfactorio. Peter Morville, un experto en UX, desarrolló el diagrama «UX honeycomb» para explicar las diferentes facetas que contribuyen a una buena UX. En este artículo, exploraremos las seis facetas de la UX según el diagrama de Morville, que adjuntamos a modo de infografía.
- Útil La primera faceta de la UX es la utilidad. Un producto o servicio debe ser útil y satisfacer las necesidades del usuario. Esto significa que el producto o servicio debe cumplir su función principal de manera efectiva. Por ejemplo, un software de contabilidad debe ser capaz de registrar y realizar un seguimiento de las transacciones financieras de una empresa. Si un producto no es útil, no importará cuán bien diseñado sea el resto de la experiencia.
- Usable La segunda faceta es la usabilidad. Un producto o servicio debe ser fácil de usar y permitir que los usuarios realicen tareas de manera efectiva. Esto significa que los usuarios deben ser capaces de entender cómo utilizar el producto o servicio sin demasiado esfuerzo y sin tener que consultar un manual de usuario. Por ejemplo, una aplicación móvil debe ser fácil de navegar y permitir que los usuarios realicen las acciones que necesitan sin demasiados pasos innecesarios.
- Deseable La tercera faceta es la deseabilidad. Un producto o servicio debe ser atractivo y generar una respuesta emocional positiva en los usuarios. Esto significa que el diseño debe ser estéticamente agradable y reflejar la identidad y los valores de la marca. Por ejemplo, una tienda en línea de moda debe ser visualmente atractiva para su público objetivo y reflejar la personalidad de la marca.
- Localizable La cuarta faceta es la localización. Un producto o servicio debe ser accesible y adaptarse a las necesidades de diferentes usuarios en diferentes contextos culturales y lingüísticos. Esto significa que el producto o servicio debe ser fácilmente localizable y permitir que los usuarios interactúen con él en su idioma y con sus preferencias culturales. Por ejemplo, un sitio web global de noticias debe estar disponible en varios idiomas y permitir que los usuarios ajusten las preferencias de contenido según su ubicación geográfica.
- Accesible La quinta faceta es la accesibilidad. Un producto o servicio debe ser accesible a todas las personas, independientemente de sus capacidades físicas o mentales. Esto significa que el diseño debe permitir que los usuarios con discapacidades interactúen con el producto o servicio de manera efectiva y cómoda. Por ejemplo, un sitio web de comercio electrónico debe ser accesible para usuarios con discapacidades visuales mediante el uso de tecnologías de asistencia como lectores de pantalla.
- Creíble: La credibilidad es una faceta importante de la experiencia de usuario que se refiere a la confianza que los usuarios tienen en un producto o servicio. Un producto o servicio debe ser creíble y confiable para que los usuarios se sientan seguros al interactuar con él. Esto significa que el producto o servicio debe ser transparente en cuanto a su origen, su propósito y su funcionamiento. Además, se deben proporcionar pruebas y garantías de seguridad para asegurar a los usuarios que su información personal y transacciones están protegidas.
- Valioso La séptima y última faceta es la valoración. Un producto o servicio debe proporcionar valor a los usuarios y cumplir sus expectativas. Esto significa que el producto o servicio debe ser capaz de resolver un problema o satisfacer una necesidad del usuario de manera efectiva. Por ejemplo, una aplicación de meditación debe proporcionar valor a los usuarios mediante la mejora de su bienestar emocional y reducir el estrés.
El diagrama «UX honeycomb» de Morville ofrece una estructura útil para entender las diferentes facetas que contribuyen a una buena experiencia de usuario. Cada faceta es importante y debe ser considerada en el diseño de un producto o servicio exitoso. Al enfocarse en la utilidad, usabilidad, deseabilidad, localización, accesibilidad, credibilidad y valoración, los diseñadores pueden crear una experiencia de usuario atractiva y satisfactoria para los usuarios. Es importante recordar que una buena experiencia de usuario no es algo que se pueda lograr de la noche a la mañana, sino que requiere un esfuerzo continuo para comprender y satisfacer las necesidades y expectativas de los usuarios.
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